La evasión romántica de la literatura del siglo XIX...presentan lugares idílicos a través de los cuales podemos escaparnos de nuestra vida,
pero no nos damos cuenta,
todos los caminos se cruzan.
Buscamos atentos, miramos y vigilamos a un lado a otro y sobre todo caminamos, continuamos andando hacia delante, pretendemos huir como una auténtica evasión de nuestras vidas, pero, no nos damos cuenta.
Los caminos se cruzan, andamos obre pasos que ya hemos caminado y si aparece algo nuevo, por allí ya habíamos pasado, leves, sigilosos, sin darnos cuenta, allí ya hemos estado, entonces, oh, mierda, hay que seguir andando,
kien sabe...
dónde puede estar la salida...
Segundas partes nunca fueron buenas
Continuación de la idea sobre los caminos cruzados
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